Mantenimiento de la caja de cambios
Los coches necesitan varias revisiones a lo largo de su vida útil para garantizar su pleno rendimiento.
La caja de cambios es una de las piezas más importantes del automóvil que debe tratarse con los cuidados adecuados.
Existen algunos hábitos prácticos a la hora de utilizar las marchas y el embrague de nuestro vehículo en caso de ser la caja manual.
También se puede recurrir a otros métodos si queremos mantener la caja automática con un buen funcionamiento.
Cuidado de la caja de cambios manual
Los conductores de los coches manuales tienen la posibilidad de cuidar la variación de velocidades mediante una serie de recomendaciones aplicables durante su conducción.
- Pisar el embrague hasta el fondo. Aunque sea una obviedad, hay ocasiones en las que se acciona el pedal sin toda la fuerza suficiente. Puede llegar a producir desgaste en el motor.
- Tratamiento idóneo de la palanca. Movimientos bruscos o excesivamente rápidos provocan más rigidez en el uso de la palanca y complica el cambio de velocidad. Es recomendable actuar con suavidad porque así tendremos una conducción más eficiente.
Cuidado de la caja de cambios automática
Las precauciones son todavía mayores en el caso de los coches automáticos. El hecho de depender de las transmisiones automáticas lleva a realizar inspecciones del vehículo con más frecuencia.
- Activar el punto muerto en detenciones largas. En varios modelos de cajas aparece la palanca “N”, una opción conveniente para utilizar si detenemos el coche durante un periodo prolongado.
- Prestar mucha atención al arrancar y al aparcar. Otra posición común en las cajas es la “P” de “Parking”, para bloquear los cambios de marcha. Antes de iniciar cualquier trayecto, primero se desactiva la “P” y después aceleramos. Cuando se estaciona el vehículo, se activa la “P” y lo último que se hará es poner el punto muerto.
En ambos casos, se debe tener en cuenta la revisión del aceite. Cada cierto tiempo es necesario comprobar el estado del aceite para asegurar que el motor está en plenas condiciones.
La renovación del líquido permite lubricar y proteger los engranajes, de este modo, el cambio de marcha será más ligero.